Además de lo útil que puede ser como método de defensa personal, el kárate es uno de los deportes más completos física y mentalmente a los que puedes apuntar a tus hijos. Los niños y las niñas se divierten mientras aprenden disciplina, tolerancia y respeto y fomentan su desarrollo óseo y muscular.

Al igual que en la práctica de otros deportes, no se debe abusar y dedicar excesivo tiempo al karate, el niño o la niña tiene que hacer otras actividades, jugar, hacer los deberes, estar en familia o, simplemente, descansar y no hacer nada. Por ello, se recomienda que se acuda a clases de karate entre dos y tres veces por semana, con una duración de entre una y dos horas por sesión.

En cuanto a los beneficios de este arte marcial, pueden destacarse, tanto a nivel físico como psíquico, los siguientes:

1.  Mejora la coordinación psicomotriz.

3. Descarga energía.

4. Enseña educación, disciplina y respeto a todo el que nos rodea.

5. Favorece el aumento de la concentración.

6.  Ayuda al niño a conocerse más y controlarse a sí mismo.

7.  Enseña valores fundamentales como la tolerancia y la responsabilidad.

8. Genera la confianza de los niños en sí mismos.

9.  Desarrolla la fuerza, el equilibrio, la velocidad y la flexibilidad.